Trabajar en la cárcel y salud mental. Todo lo que tienes que saber.
En la actualidad son miles y miles las personas que sueñan a diario con conseguir una plaza de funcionario en España. Sin embargo, lo que muchas de ellas desconocen es que una vez conseguido su puesto de trabajo para toda la vida, no todo es un camino de rosas. En muchos puestos habrá que lidiar con situaciones de gran estrés que puedan afectar a nuestra salud mental.
Esto ocurre con frecuencia en las oposiciones relacionadas con la salud y en las relativas a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Pero hay una que no se suele tener en cuenta y que también es relevante en este sentido: la oposición de Instituciones Penitenciarias. Porque sí, trabajar en la cárcel puede llegar a ser bastante duro y acabar afectando a la salud mental, algo sobre lo que vamos a profundizar en este nuevo artículo.
Índice del artículo
¿Qué es exactamente la salud mental?
Antes de explicar por qué trabajar en la cárcel puede afectar a tu salud mental, debemos explicar a qué hace referencia exactamente el concepto de salud mental. En definición, podríamos decir que la salud mental es el bienestar general relativo al pensamiento, sentimientos y comportamiento. Y cuando se sufren algunas situaciones de estrés o complicadas, es posible que se perturbe esa salud mental.
Según diversos expertos, un trastorno de la salud mental puede afectar a las siguientes situaciones:
- Mantener relaciones personales.
- Funcionar en entornos sociales.
- Conseguir un buen desempeño en el trabajo.
- Participar en actividades importantes.
Dicho de otro modo, si nuestra salud mental se ve alterada por algún motivo, lo notaremos prácticamente en todos los ámbitos de nuestra vida.
Te contamos cómo cuidar nuestra salud mental en situaciones complicadas
El Gobierno de España cuenta con una guía para la promoción de la salud mental en el medio penitenciario. Trabajar en la cárcel requiere en muchos casos de tener un contacto directo y continuado con los presos. Y eso es algo que no todo el mundo está capacitado para hacer con normalidad. Además, el día a día de las instituciones penitenciarias puede llevar a que se vean ciertas situaciones difíciles que acaben afectando a nuestra salud mental.
Pero… ¿Cuáles son las señales de que el trabajo en la cárcel nos está afectando aunque pensemos que no? Hay algunos síntomas de alerta que nos indican que nuestra salud mental se está viendo afectada:
- Dejar de compartir con otras personas situaciones que solías disfrutar.
- Padecer trastornos del sueño.
- Tener niveles de energía por debajo de lo normal.
- Consumir alcohol en exceso.
- Sufrir cambios de humor repentinos.
Ante estos síntomas, lo ideal sería contactar con un profesional especializado que pueda ayudarnos a gestionar esta situación. Él nos dará las herramientas que necesitaremos para hacer frente a nuestro trabajo sin que ello suponga problemas para nuestra vida diaria fuera de la cárcel.
¿Existe algún método preventivo?
Además de permanecer atento a si alguno de los síntomas descritos anteriormente aparece, también hay algo que puedes hacer de forma preventiva para cuidar tu salud mental. Y lo cierto es que resulta mucho más fácil actuar con antelación que cuando los problemas ya han aparecido. Esto es lo que puedes hacer para mantener tu salud mental en un nivel óptimo:
- Descansar bien, procurando dormir entre 7 y 8 horas cada día.
- Hacer ejercicio físico de forma regular.
- Proyectar pensamientos positivos.
- Socializar y hablar con otras personas.
- Relajar la mente y alejarla de las situaciones que puedan generar estrés.